Agus
Vinyasa
Vinyasa
Vinyasa
Vinyasa
Jivamukti
Hatha Vinyasa / Yin Yoga
Jivamukti
Vinyasa
Ashtanga
Soy Agustín Burton, periodista y formador de yoga certificado 500H.
Comencé mi camino en el Yoga hace diez años en Argentina cuando necesitaba reencontrarme luego de una crisis personal. Después de practicar sentía una calma mental y una paz que no había conocido antes. El yoga comenzó a transformarme y fue entonces cuando descubrí sus beneficios, no sólo en la esterilla. Cuando llegué a Barcelona la práctica y el estudio de la filosofía fueron ganando más espacios y se convirtió en estilo de vida. Me inicié en Reiki, Masaje Thai y me entregué a la práctica de Vinyasa en Jivamukti.
El Yoga me brindaba herramientas para conocerme, aceptarme y relacionarme mejor con las personas. Cuanto más aprendía, más quería compartirlo y así encontré mi misión: ser un vehículo para que otres también puedan conocer la vida yogui. Así, en 2017 llegué a mi primera formación, el profesorado en Mandiram Yoga Barcelona, para convertir mi pasión en vocación profesional y confirmé la decisión.
Más tarde, profundicé en mis herramientas como profesor con la formación de Jivamukti Spiritual Warrior con Olga Oskorbina, formándome en Yoga Sensible al Trauma con María Macaya en Fundación Radika, en Yin yoga con Marco Migliavacca y en Rocket Yoga con David Kyle.
Desde entonces, he facilitado cientos de clases en Barcelona y otras ciudades, cursos, talleres, formaciones y retiros de Yoga en España y Cerdeña, Italia. He participado como tutor y formador en las formaciones de Vinyasa 200Hs de Mandiram Yoga y en las formaciones de Yoga Sensible al Trauma de Fundación Radika.
A lo largo de estos años, para complementar el trabajo con el yoga tradicional, también me ha interesado estudiar e investigar sobre neurociencia y los nuevos descubrimientos sobre el cuerpo y la mente que expanden el enfoque sobre el ser humano.
En mis clases me gusta ofrecer un espacio de autoconocimiento, de entrega y conexión. Poniendo el acento en trabajar cada parte que nos compone: cuerpo, mente y espíritu, para estar en armonía con nosotros y con todos los que nos rodean.
Atalanta comenzó a estudiar yoga en India en 2012. Desde entonces, ha aprendido de maestros de diversas tradiciones de yoga y ha profundizado en otras prácticas de movimiento y embodiment somático. A lo largo de su trayectoria, ha integrado el conocimiento adquirido en distintas disciplinas, lo que ha enriquecido su enfoque personal. Además, su experiencia como terapeuta de masaje tailandés influye significativamente en sus clases, ya que ve cada sesión como una forma de automasaje.
En sus clases, puedes esperar una práctica fluida y vigorosa, en la que se te invita a escuchar profundamente los impulsos de tu propio cuerpo y moverte sin restricciones a través de secuencias lúdicas pero cuidadosamente diseñadas. Su enseñanza se enfoca en permitir que cada persona se conecte consigo misma, encontrando libertad en el movimiento y explorando las posibilidades de cada postura.
Por idealista que pueda parecer, Atalanta cree verdaderamente en la capacidad revolucionaria del yoga. Cuanto más conectados estemos con nuestros cuerpos, mayores serán las decisiones que podamos tomar para materializar el cambio en este mundo.
Soy Cristina Jiménez, terapeuta natural, profesora de yoga y facilitadora de breathwork. Mi camino en el yoga comenzó a los 17 años cuando, tras acompañar a mi madre a una clase, sentí que el yoga era la combinación perfecta con mi experiencia en danza y terapias naturales. Apenas dos años antes, había sufrido un accidente en el que casi pierdo una pierna, y gracias al yoga fui recuperando la movilidad. La transformación que experimenté fue más allá de lo físico, ayudándome a calmar una mente hiperactiva, gestionar la ansiedad, el trastorno alimenticio y superar problemas de salud como el hipotiroidismo y el SIBO, además de liberar traumas como el bullying y el abuso.
Comencé practicando kundalini yoga durante siete años, enfocándome en la meditación, mantras y técnicas de respiración. Posteriormente, exploré otros estilos como iyengar, hatha y vinyasa, en el que decidí formarme por su enfoque dinámico. Desde entonces, he profundizado en diferentes prácticas como jivamukti, dharma, rocket, ashtanga, yin yoga, nidra, restaurativo y katonah yoga. Siempre he complementado mi práctica con terapias centradas en la gestión energética, liberación emocional, concentración mental y conexión espiritual, incluyendo la técnica Inbreath.
Desde 2014, imparto clases de yoga a tiempo completo, con más de 50 retiros y miles de clases impartidas. He colaborado en formaciones como experta en respiración, mitología, ajustes, secuenciación y tutoría, y actualmente codirijo formaciones de yin yoga y yoga somático. En mis clases, la respiración es el eje central, con el objetivo de expandir la consciencia, conectar con el cuerpo y fomentar una respiración profunda y placentera. Mi enseñanza se basa en el respeto a uno mismo, el permiso a ser y la reflexión en la práctica diaria, acompañando a mis estudiantes en la creación de una salud integral y holística.
Diletta entiende la práctica del yoga como una forma de profundizar la conciencia y el respeto, la estabilidad y la resiliencia, la creatividad y el juego.
Compartiendo el método Jivamukti Yoga, su objetivo es crear un entorno inspirador que permita a cada persona desarrollarse plenamente a través de la práctica.
El método Jivamukti Yoga, creado en Nueva York en 1984, busca incorporar las prácticas tradicionales del yoga en la vida contemporánea manteniendo la esencia de las antiguas enseñanzas filosóficas. El método se basa en el significado original de la palabra sánscrita asana como «asiento», «conexión», es decir, la relación con la tierra y con todos los seres. Se enseña como una activación espiritual y ofrece al yogui contemporáneo un enfoque creativo para vivir en el mundo actual.
Nací en Rusia, donde estudié interpretación en el Instituto de Teatro y Cine. En 2012 visité a una amiga que vivía en Barcelona, y desde entonces, mi corazón se quedó para siempre aquí.
Me formé en varios estilos de yoga como Ashtanga Vinyasa, Jivamukti y Yin Yoga, con maestros de referencia en cada disciplina. Actualmente, además de impartir clases regulares, también ofrezco formaciones de Yin Yoga y Hatha Vinyasa.
Para mí, la práctica del yoga es un camino hacia el interior, una forma de conocerse mejor a uno mismo. Desde esa conexión interior, podemos llevar una vida más consciente, plena y feliz, disfrutando del presente.
Marta es una amante de la naturaleza, yoga y la montaña donde practica desde hace años el deporte de la escalada.
Tanto el yoga como la escalada le permiten conectar de manera directa con lo esencial, vivir en comunidad y dar valor prioritario a la naturaleza como fuente de sabiduría. ‘ Siento que ambas prácticas (yoga y escalada) son la perfecta combinación para trabajar la concentración, fortaleza en los momentos difíciles, perseverancia y calma en el cuerpo y mente. Ambas me han cambiado la manera de vivir siendo más consciente y estando más presente ‘.
En sus clases combina una secuencia dinámica de asanas donde el reto físico y mental siempre están presentes. Clases en las que aprenderemos también sobre filosofía de yoga desde una visión moderna y actual para poder aplicar en nuestra realidad esta práctica ancestral. Los valores de sostenibilidad y respeto son la base de su práctica y vida.
Con 10 años de práctica personal y 6 años formándose en la práctica de Ashtanga Yoga 200h, biomecánica aplicada al yoga y Jivamukti Yoga 800h con Olga Oskorvina, actualmente cursa la formación en anatomía y biomecánica para yoga con Aleix Griñó.
‘El yoga no se practica es un estado. Permite que éste entre en tu vida para ser la revolución
que el mundo está necesitando’
Natalia Rosales, enfermera y profesora de yoga certificada 400H.
Mi acercamiento al yoga comenzó en Chile, en un momento de crisis personal y la constante búsqueda de satisfacción en mi vida. Fue a través de una amiga cercana que descubrí la práctica de yoga, donde por primera vez pude conectar con mi respiración de una manera profunda. Las sensaciones de calma, paz, tranquilidad y alegría que experimenté fueron únicas y transformadoras. El yoga se convirtió en mi refugio y una forma de vida, una filosofía que me ayudó a encajar las piezas de mi propio puzzle.
En 2018, llegué a Barcelona para iniciar mi formación en Mandiram Yoga, donde me certifiqué como profesora de Vinyasa Yoga y encontré mi verdadera pasión: compartir los beneficios transformadores del Yoga con los demás. He complementado mi formación con módulos en secuenciación y ajustes, Pre & Postnatal y Yoga Terapéutico.
He facilitado cientos de clases de yoga en Barcelona e imparto clases a tiempo completo en estudios, empresas, clases particulares y grupales, talleres y eventos. También he participado como formadora en la formación de 200hrs Online de Mandiram Yoga y en la Formación de Nivel II para profesores de yoga.
En mis clases, me gusta crear un espacio de cuidado y conexión, invitando a los alumnos a experimentar secuencias dinámicas, coordinando movimiento y respiración en formas fluidas y armoniosas. Proporcionando ajustes y diferentes variaciones para las necesidades individuales de cada alumno. Cada clase es un viaje único hacia la calma, el equilibrio y la conciencia, combinando posturas fluidas con momentos de movimiento lento para fomentar la autoobservación.
Desde pequeña he sentido curiosidad hacia la espiritualidad; el concepto de energía me fascinaba.
En mi adolescencia conocí al Maestro Iee Youl Kim Kim y descubrí la disciplina del Taekwondo, un arte marcial que utiliza diferentes técnicas de patada, a la vez que promueve ejercicios saludables para el cuerpo, trabajo de respiración, concentración y meditación.
Empecé en el yoga con la práctica de asanas (posturas) con curiosidad hacia el estilo Hatha. Un tiempo después, fui a una clase guiada de Ashtanga. Ese día comprendí que había encontrado un estilo de yoga en el que quería profundizar.
Desde entonces, he practicado Ashtanga yoga a diario, he tenido la gran oportunidad de poder viajar a India en distintas ocasiones para formarme como profesora de Hatha, Vinyasa y Ashtanga yoga. Aprender, entender y profundizar en la meditación, el pranayama, la práctica de asanas en un lugar del mundo tan “potente” me ha hecho muy feliz.
Cuando regresé a Barcelona, empecé a impartir clases con el objetivo de compartir estos conocimientos. También conocí a mi Maestra Elena Figarola, con quien continúo practicando a diario.
Mi objetivo en cada práctica que compartimos en la shala es entender cómo hacer las asanas (posturas), a la vez que aprendemos a cómo quedarnos absorbidos en lo que está ocurriendo en el momento presente, encontrando el equilibrio mental. Eso lo hacemos a través de la respiración consciente y la concentración, purificamos el cuerpo y alineamos la columna vertebral, al mismo tiempo que equilibramos el sistema nervioso y la mente.